jueves, 23 de diciembre de 2010

Práctica de valor. Marta Martínez

En nuestra clase de 4 años, estamos conociendo a esos seres que tanto motivan a los niños: los dinosaurios.

Hemos pedido a las familias información para trabajarla en clase y nos ha traido un niño una bolsa llena de dinosaurios con etiquetas colgadas de las patas en la que la madre ha escrito el nombre de cada dinosaurio. En situación de asamblea el niño va enseñándolos y todos nos preguntamos... ¿qué pone en la etiqueta?

A partir de ese momento nos fijamos en las letras, de forma espontánea, todos quieren decir la letra que tiene su nombre, unos nombres son más largos que otros, hay letras que nos "suenan", unas son más difíciles, otras más fáciles de escribir,...

(No recogí la conversación, pero hubiese estado interesante recogerla)

Algunos niños se levantan para escribir en la pizarra las letras que conocen y propongo que escribamos en una cartulina los nombres que aparecen en las etiquetas de los dinosaurios. Experimentamos juntos un deseo por escribir y jugar con las letras.


¿Cuáles son mis propósitos?

Mi intención es partir de un elemento externo a la clase, que tiene un valor significativo para el niño que lo ha traído de su casa y que lo utilizamos en la clase para ponernos en situación de búsqueda de soluciones para escribir su nombre.

Además el contexto lo genero en gran grupo, donde se discute, se ayuda a pensar, se respeta la forma de escribir de cada uno y en el momento en el que está. De esta forma provoco el que se creen conocimientos colectivos, el vivenciar que la escritura sirve para muchas cosas.

¿Cómo han intervenido los alumnos y alumnas?

Los niños y niñas han participado expresando sus ideas sobre la escritura, se han enfrentado al momento de interpretar lo que oyen y reflejarlo en la cartulina. Algunos han escrito los nombres de manera vertical y otros de derecha a izquierda.

Me llamó la atención una niña que se bloqueó al coger el rotulador y no sabía qué escribir, los compañeros le decían qué tenía que poner y ella se echó a llorar. Me hace pensar en lo emocional que ponemos cada uno en todo lo que hacemos...


¿Cuál es tu intervención en ella?

Mi función ha sido la de leer las etiquetas y decir a los niños: "¿a qué te suena esta palabra?", no quería que copiasen literalmente las etiquetas y por eso les animaba a que escuchasen cómo se decía.

También mi interés por hacer equipo, trabajar juntos en ver cómo hago por reflejar lo que oigo, elaborar un texto común y el validar todos los momentos de escritura.

Algunos niños me decían, "seño, yo no sé escribir", "sí que sabes escribir, tú tienes una forma y yo tengo otra" les decía. Este hecho, aparentemente simple, siempre crear aprendizajes nuevos.

¿Qué documentación se ha generado?

Estamos elaborando un listado de nombres de dinosaurios en la que se ven todo tipo de escrituras. Es como nuestro diccionario de tipos de dinosaurios que hemos colgado en el lugar de la asamblea.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hola Marta. Me parece que, igual que en la vida misma, los niños y niñas ven cada dia escribir en su entorno, y leer y conversar y esta deberia ser la manera habitual de convivir en nuestras aulas. Si damos la oportunidad de que así sea, también será habitual reflexionar, cuestionar, avanzar y crecer como personas.
Os ayudará mucho este trabajo y no solo para escribir, que también, y para clasificar, y ordenar teniendo en cuenta criterios que podeis decidir, para hablar con propiedad...
Gracias.
Antonia