miércoles, 22 de diciembre de 2010

Transcripción de una conversación

TRANSCRIPCIÓN DE UNA CONVERSACIÓN

Durante este último mes, hemos estado trabajando en clase los juguetes. Nuestro objetivo era hacerles valorar los juguetes, tanto propios como de los demás; aprender a compartir y hacerles reflexionar sobre cómo son los juguetes que vemos en los anuncios de televisión y cómo son esos juguetes realmente.

Para comenzar a trabajar de la unidad y motivarlos preparamos una carta que nos enviaban al colegio. Esta cara era de un muñeco que se llamaba Ambrosio y nos contaba su historia: era un muñeco que vivía en una juguetería y que un día un niño fue a la tienda y se lo pidió por Reyes. El día de Reyes tubo muchísimos regalos entre ellos a Ambrosio, pero al cabo de un tiempo el niño no cuidaba el muñeco: lo pintó, rompió...hasta que su mamá lo tiró a la basura.

Ambrosio nos escribió la carta para decirnos que había llegado a nuestro cole y le gustaría que lo buscáramos ya que pensaba que podríamos ser unos buenos compañeros de juego. Nos dejó unas pistas para encontrarlos.

Todos fuimos por el colegio siguiendo las pistas hasta que lo encontramos. Una vez encontrado subimos a clase, y hablamos sobre cómo estaba el muñeco y que podíamos hacer. Todos dijeron que los debíamos lavar y vestir para “que no tuviera frío”.

Al día siguiente, al llegar a la asamblea y recordar lo que habíamos hecho el día anterior, una niña dijo:

Sara: Seño, pero Ambrosio es un muñeco y no puede hablar.

Seño: ¿Por qué no puede hablar?

Sara: porque es un muñeco.

Seño: ¿Y ningún muñeco habla?

Mario: este muñeco no habla ¡mira seño! (Se acercó al muñeco le habló y no le contestó).

Pilar: hay muñecos que hablan, pero este no.

Sara: además seño, no se mueve; por eso, no puede escribir. No nos ha podido escribir la carta.

Seño: bueno, quizás no nos haya escrito él directamente la carta. Puede ser que un limpiador del cole se lo haya encontrado y, como a los niños nos gustan mucho los juguetes, que este hombre haya pensado que nos haría ilusión encontrarlo para poder jugar con él, además de que sabríamos cuidarlo.

Lucia: pero es que yo ayer en el comedor le conté a los niños de la seño Bea y de la seño Toñi (las otras dos compañeras de nivel) que habíamos encontrado un muñeco, que se llamaba Ambrosio y me dijeron que ellos también encontraron uno. ¡ Hay muchos Ambrosios en el cole!

Los compañeros se quedaron callados. Se hizo el silencio.

Seño: quizás es que los limpiadores se hayan encontrado a más de un muñeco roto y nos hayan mandado cartas a todos los niños de 4 años, para que en cada clase tengamos uno.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hola, no puedo saludarte por tu nombre!.
Me encanta esta conversación. Creo que los niños y niñas son muy listos y pueden diferenciar un momento de magia y fantasia del dia a dia y aquí queda reflejado claramente. Yo personalmente creo que para hablar de valores, de implicaión, de nuestra colaboración lo podemos hacer desde la realidad, me parece que es un acto de respeto hacia ellos y ellas. Y despues me encanta el final. "Hay muchos Ambrosios..." No puede ser que les pase a todas la clases lo mismo, ¿no os parece?
Gracias, Antonia