Conforme iba leyendo el artículo de Marisol, volvían a mi memoria recuerdos de cuando estuve en la Facultad de Magisterio. Fueron años especiales, pero creo que al profesorado se le quedaron bastantes cosas en el tintero que son fundamentales para luego estar en una clase de infantil. Me enseñaron a reproducir el mismo modelo de didáctica que hace 30 años, sin abrir esta puerta tan llena de posibilidades como es el trabajo por proyectos. Y me alegro mucho que se estén promoviendo cursos con estos contenidos y yo de implicarme en ellos.
Recuerdo la viñeta de Tonucci en la que se ve la evolución escolar de un niño en la que a lo largo de los cursos se le dice cómo tiene que pensar, hasta que es mayor y le piden que decida y piense por sí mismo, con lo que dice aterrorizado: "¿decidir..?..."es entonces cuando verdaderamente te das cuenta de lo que has estado viviendo.
Ilustro estas palabras porque me siento que siempre he estado reproduciendo lo que ví en las prácticas, lo que como norma general se hacía, lo que yo pensaba que estaba "bien" hasta que llega un día y ves que se te rompen los esquemas y que tienes que cambiar. Y tienes que "decidir" y eso casi siempre cuesta...
A mí me da un poco de vértigo al experimentar el caos tan alucinante que se puede crear al abrir una puerta de conocimientos y comprobar la oleada de experiencias que tienen los niños/as. Es genial el poderlo vivir con ellos y ayudarles a organizar todo el entramado que está surgiendo. Se me plantean dudas de por dónde seguir el proceso como por ejemplo ahora que estamos intentando crear un mapa para saber dónde está la exposición de dinosaurios, qué nos encontramos en el camino para ir allí, cómo podemos ir,... y ahora que ya hemos ido a la exposición, elaborarlo y ver qué era lo que pensábamos que íbamos a encontrarnos y lo que nos hemos encontrado.
Este camino se entrelaza con el que estábamos trabajando en clase sobre "¿cuánto eran 25 metros de dinosaurio?" y se complementa con el mismo. Compruebo que los temas no se terminan sino que se mezclan y los vamos rescatando en diferentes momentos.
Lo que más me ha gustado del artículo es que "aprender es una experiencia afectiva y no sólo cognitiva", me parece que eso es lo que nos tiene que mover en el aula, los vínculos que también se van tejiendo entre todos los que forman parte de la vida del grupo.
Entonces me miro dentro y pienso que a veces es más importante darle un abrazo a un niño que participe en la actividad...
1 comentario:
¡Muchas gracias! por lo menos teenmos la suerte de estar currando y aprendiendo juntas!
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