Narración de una
conversación/es relevante/s en el aula que forme parte de algún proyecto de
investigación en el aula.
En mi clase de 3 años, estamos trabajando sobre el proyecto del nombre propio, (que surgió de varias conversaciones y actividades como: la caja de los tesoros, caja dónde ellos
dejan juguetes que traen de casa para compartirlos con los demás, y el mural de
nuestras manos); concretamente, en este momento, estamos profundizado sobre el
origen de nuestro nombre a través de un “libro viajero” en colaboración con las
familias, donde tienen que escribir el motivo por el cual le pusieron su
nombre. Por ello surge la siguiente conversación:
Seño: ¿Por qué todos tenemos un nombre?
Pepe: Porque nos los han puesto nuestros padres y madres.
Porque hemos nacido de la barriguita de mamá y cuando nos han visto me ha
dicho, bueno a este niño le voy a llamar Pepe Bernal Gómez.
Seño: Ah, ¿por eso te llamaron Pepe?
Pepe: Porque tenía la nariz muy graciosa me han puesto Pepe.
Adrián: Porque si hay un nombre aquí podemos jugar todos
juntos.
Seño: ¿Eso que quiere decir?
Adrián: Sí, un nombre en la clase, ¿te acuerdas cuando pusimos
todas las manos llenas de pintura y todos jugamos con todos los juguetes? Y
tenemos una caja de los tesoros, tú nos dijiste que eso era que somos
importantes y que podíamos ponernos un nombre.
Seño: ¿Y qué significa ser importantes?
Adrián: Qué jugamos todos juntos, porque tenemos una caja de
los tesoros y somos amigos con muchos nombres.
Daniel: Sí, hay un nombre que se llama pistola.
Pepe: Porque a mí me gusta jugar con pistolas de agua.
David: A mí no me gustan las pistolas porque dice mi papi
que son feas y matan.
Daniel: Podemos poner el nombre de “cars”, mira el Alemán,
Rayo, Jef.
Ángela: Yo creo que podemos dejar una tortuga en el cole.
Adrián: A mí me gustan las pistolas de agua.
Alejandro: Nos podemos llamar fuego.
Daniel: No, sólo coches.
Alberto: Coches de fuego.
Alejandro: No, coches de fuego no, sólo fuego.
Adrián: Nos podemos llamar coches de carrera.
La conversación se cortó; cómo no conseguimos ponernos de
acuerdo, volvimos a retomarlo otro día. Les leí la conversación y surgió la siguiente:
Adrián: Yo dije coches de carrera.
Lola. A: Yo quiero pistola de agua.
David: A mí me gusta: los tres cerditos.
María: Yo quiero pistolas de princesas.
Laura: A mí me gusta: el gato con botas.
Rafael: Yo tengo una pistola de policía.
Lola.C: A mí me gusta: pistolas de princesas.
Seño: Me parece muy bien que todos demos nuestra opinión y
digamos el nombre que nos gusta más, pero, creo que nos tenemos que poner de
acuerdo y elegir un nombre para la clase.
Adrián: Seño, pero si nos estamos poniendo de acuerdo.
Julio: Yo me pongo de acuerdo con Alberto, porque me parece
bien el nombre que ha dicho Alberto.
Seño: Y, ¿qué nombre dijo Alberto?
Julio: Coches de fuego.
Adrián: Yo me pongo de acuerdo con Dani.
Seño: ¿Qué nombre dijo Dani?
Adrián: Creo que coches.
Aquí se vuelve a
cortar la conversación, decir que, aunque todavía no hemos llegado a un
acuerdo, creo que estamos en el camino y surgirá de un momento a otro.
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