miércoles, 11 de enero de 2012

Fátima Azmani (L.D.M.,4 años)

¿Qué maestros queremos ser y qué compromisos queremos adquirir?



De los tres artículos que he leído, me quedo con la siguiente reflexión:


En el artículo de Sandra Rodríguez, me quedo con la reflexión que hemos tenido en otras sesiones de si modificar los documentos curriculares y, ¿cómo?. En esta experiencia, veo que empiezan buscando un realidad nueva a la de siempre y, una vez que ven que es factible, se lanzan a cambiar los documentos, en diálogo constante en el claustro, que trabaja a una, también me parece interesante la relación que muestra entre centro de interés y proyectos, donde entiendo que los proyectos salen del interés de los niños/as y las anotaciones que hace la maestra de ellos/ as, para que no se les escape ninguno/ a. Y como esos diferentes centros de interés, los va tejiendo en una especie de mapa conceptual unos con otros y, poco a poco, son los niños/as los que van sacando con más facilidad esas relaciones entre unos proyectos y otros, creando cada uno su propio conocimiento, así como el conocimiento del grupo.
Ya que todas las ideas son recogidas y valoradas (“principio de autoestima” del currículum de infantil). Y en el artículo de Montse Romero, resalta, que hay que disponer de un espacio y un tiempo para conocernos y sentirnos libres de expresarnos sin tapujos y, ante la pregunta de cómo empezar toda esta aventura, ella elabora una lista con palabras relacionadas con sus intereses y enunciada por sus alumnos/as, que serán los futuros proyectos y, estas a su vez, formarán parte del tejido que enunciamos antes. En este tejido entra la familia, porque se comparte con ella este listado y, aportan mucho y, se utilizan diferentes lenguajes: numéricos, poéticos, artísticos, corporales, etc.
En el artículo de Mercé de Febrer y Mercé Ventura, entiendo que son profesoras de un mismo nivel, que deciden compartir un centro de interés: una exposición artística, donde cada grupo sacará sus conclusiones en “relación indirecta” a lo que están viviendo en clase. Por un lado, es de alabar como eligen la exposición de una autora.(Fontcuberta), que habla en su obra del diálogo entre la ficción y la realidad, situando a los niños/ as en la incertidumbre, que es punto ideal del que toda profesora que trabaje proyectos, debe partir. Y es increíble como se corrobora la imaginación de los niños/ as, así como, lo que llevan aprendido en la escuela hasta ahora, ya que en las diferentes obras, siempre ven algo de lo que hablaron u observaron en clase o, que tenga que ver con sus experiencias personales.Finalmente, quiero resaltar lo positivo que tiene esta artista de jugar con la ficción y la realidad, ya que esto lleva a la necesidad de dudar sobre las informaciones escritas y visuales que manejamos, creando un ser crítico y preparado para la sociedad.


Y después de reflexión sobre ellos, me gustaría conseguir:


- A partir de la realidad dada y/ o encontrada, que cada alumno/a creara la suya, ... la que le hace feliz y crecer.


- Compartir con mis alumnos/as diferentes estructuras internas, buscar semejanzas y diferencias, argumentar todo aquello que vamos construyendo entre todos/ as.


- Que reconozcan sus voces ("cuando les leo lo que han dicho en sesiones anteriores, reconocen sus voces". Montse Romero)


- Crear una concepción global, como dice Fernando Hernández, que rompa con el currículo cerrado, una concepción que se base en escuchar al sujeto, en el fomento del deseo de aprender y en el trabajo colaborativo entre los distintos agentes educativos.


Nos es fácil, pero posible cuando se propone y se pone empeño en ello.

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