QUE MAESTROS Y MAESTRAS QUEREMOS SER Y QUE COMPROMISOS ADQUIRIMOS COMO DOCENTES

QUE MAESTROS Y MAESTRAS QUEREMOS SER Y QUE COMPROMISOS ADQUIRIMOS COMO DOCENTES
Aurora Facón Gómez
Después de la lectura de estos textos de los cuadernos de pedagogía y con la previa escucha de Fernando Hernández, un gran escuchador y empático natural, y a Antonia, he reflexionado sobre QUÉ MAESTRA QUIERO SER.
Quiero ser una maestra que sabe escucharse a sí misma, y que es capaz de escuchar a los demás, y sobre todo al alumnado con el que se relaciona en el colegio, y en particular con el que se relaciona en el aula.
Para saber escuchar, debemos transformar la escuela como un espacio de diálogo, según Fernando Hernández. Y a esto, no estamos acostumbrados los docentes, pues generalmente, somos nosotras las que hablamos y el alumnado el que escucha, siempre nosotras hacemos la anotación final, resolvemos la duda; no nos encontramos en situación de diálogo sino de discurso.
Esto mismo nos ocurre cuando nosotras asistimos a un curso de formación, nosotras escuchamos y no participamos a través del diálogo abierto, con lo cuál tampoco existe el debate, que sería lo que promovería el aprendizaje, pero sólo el hecho de que los maestros nos formemos, y, que esa formación nos haga dudar, cuestionarnos nuestras prácticas educativas, así como arriesgarnos a introducir cambios en nuestra relación con el alumnado, esto, ya promueve aprendizajes, no solo en los docentes sino también en los discentes.
Quiero ser una maestra que sea capaz de aplicar una escucha activa e interpretativa del alumnado, provocando nuevos aprendizajes y ayudarlos a viajar entre ellos, según Sandra Rodríguez Prat, en su artículo “De las competencias a los proyectos de trabajo”, para lo cual debemos estar atentos a todo lo que acontece en el aula, saber cuáles son las demandas del alumnado y saber orientarlas, guiarlas, reconducirlas, pero nunca establecerlas como dadas.
Pero esta labor no es aislada, y como dije en los comentarios del texto 1, es necesaria la coordinación del equipo de ciclo y del claustro en general, cosa que observaba un poco difícil o ardua, pero que Sandra Rodríguez me ayuda a aclarar o me da ideas de cómo llevarla a cabo a través de la pregunta:
¿ Vosotros pensáis que se puede modificar los documentos curriclares del Centro sin cambiar la realidad educativa?
Pues bien partiendo de estas preguntas se puede conseguir que el resto de compañeros/as reflexionen sobre qué dice la normativa en educación y qué podemos hacer para llevarla a cabo, puede ser el punto de partida para el debate con nuestros compañeros/as, y de reflexión sobre nuestra propia práctica educativa.