Mª Mercedes Moragues Ordínez

¿Qué maestra quiero ser y qué compromisos adquiero como docente?

A partir de la reflexión de Fernando Hernández y Mª Antonia Fernández y de las lecturas de los textos considero cada vez más importante el diálogo en la vida del aula tanto para conocer los interrogantes de nuestros alumnos como para establecer nuevos vínculos según sus necesidades y además el conocerse entre ellos para valorarse más, escuchándose con interés y así poder construir el aprendizaje entre todos y con otros especialistas también.
Al crear ese ambiente de buenas relaciones, se fomenta el gusto por aprender y hacer el trabajo bien hecho, desde las experiencias que han tenido, que han escuchado o que van investigando sobre los temas que van planteando.
Es posibilitar que los alumnos aprendan a partir de crearles interrogantes, cuando sea necesario, para que vayan profundizando en las cuestiones fundamentales de sus vidas, de la realidad, del mundo... para que vayan aprendiendo a pensar con actitud crítica-constructiva, para que vayan estableciendo redes entre unos conocimientos y otros, para que narren lo que les acontece y acontece a otros, y a la naturaleza..., para que aprendan a vivir autónomos y a desenvolverse en la sociedad que les ha tocado vivir y que puedan ser felices.

Para mí supone un reto esta nueva forma de trabajar, sin libros, sino construyendo el curriculo del curso desde sus intereses, escuchando lo que me dicen, desde dónde me lo dicen para procesar una conversación cultural creando la indagación como problematización para profundizar en los temas que van formulando.
También el ayudarles a organizar los documentos, ayudándoles a narrar lo que van descubriendo, a generar redes entre los distintos contenidos, a crear o representar gráficamente lo que aprenden...
Me supone aprender a trabajar por proyectos, desde el entrenamiento y el compartir con mis compañeros lo que vamos pensando y haciendo para ayudarnos también los unos a los otros a ser creativos.