Muchas veces parece que tengo muy claro qué maestra quiero ser, sin embargo, abordar esta tarea me hace reflexionar sobre qué maestra soy, y qué maestra he sido. Sin duda, el balance es positivo, creo que mi práctica está avanzando, contribuyo a que mi aula se enriquezca día a día y, a pesar de la incertidumbre, de la que ya nos habló Fernando Hernández, seguir ilusionada con mi trabajo es lo que me ayuda a seguir este camino.
He conseguido, tal y como destaca en su texto Sandra Rodríguez, acoger las identidades individuales del aula para crear una identidad de grupo, pero me gustaría seguir profundizando en las relaciones que van surgiendo y que éstas aflorasen de forma más natural. Sigo intentando dar cabida a las diferentes historias que van a formar parte de nuestras investigaciones, aunque creo que debería contar más con las familias y con el resto de la comunidad escolar. Uno de mis objetivos es clarificarme y, como se comenta en la lectura de “Yo quiero aprender a volar”, quiero que las decisiones curriculares, para ir construyendo una herramienta que nos permita dialogar con nuestro currículo y también establecer los diferentes saberes, es decir, tener claro los objetivos y capacidades que quiero que se aborden en el aula. Además, espero también conectar los saberes con las emociones, ya que muchas veces no les doy el lugar que se merecen.
Quiero que mi práctica, como se comentó en una sesión de este curso, siga siendo una forma de ser y no de hacer, que lo que hagamos tenga sentido, y que transformemos lo que hablemos, investiguemos, escuchemos,… en proyectos de vida.
1 comentario:
Me gusta mucho tu reflexión y sobre todo el último párrafo donde dices que la práctica diaria en el aula es una forma de ser y no de hacer y donde las cosas tengan sentido y se tranformen en proyectos de vida, porque es una buena definición de lo que tendría que ser la educación y no en lo que andamos siempre de transmitir conntenidos sin sentido y sin significación para nuestro alumnado y muy alejados de ayudarlos a construirse como personas, muchas gracias por tus palabras. Mª José Bravo Morán.
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