miércoles, 24 de noviembre de 2010

Regreso al Futuro (Comentario del texto del Decreto 142/2007)

Al leer este texto me viene a la cabeza una reflexión a la que me ha llevado en alguna ocasión Myriam Nemerovsky en sus ponencias: Estamos educando a las personas del futuro, y debemos prepararles no para el mundo que hemos vivido nosotros ni para el que estamos viviendo ahora, sino para el que vivirán dentro de veinte años.
Si echamos la vista atrás, hace veinte años el mundo de las comunicaciones, la información y la cultura era muy diferente al que vivimos hoy día. Los teléfonos móviles, las PDA, internet, la prensa digital, las redes sociales, las páginas de descarga directa... hace veinte años era impensable que tuvieras acceso a cualquier libro, disco o película en menos de una hora, o que te enteraras de un atentado en Madrid antes por una red social que por el telediario...
Imaginar como será el mundo dentro de veinte años me resulta casi imposible. Hacia dónde se dirigirán los avances tecnológicos y mediáticos y cómo se enfrentarán a ellos nuestros alumnos es algo difícil de predecir.
En un mundo en el que seguramente tendrán acceso "a todo, en todo momento" ciertas habilidades matemáticas y de memoria no serán necesarias (ya hoy día no lo son mucho). Sin embargo, la enorme inmensidad de contenido de la red puede hacer que nos perdamos y no sepamos discernir entre lo importante y lo secundario, entre lo real y lo falso, entre lo verificable y lo engañoso.
Por ello, aprender a encontrar y seleccionar información, a plantearnos las cosas por nosotros mismos antes de recurrir a "la vía fácil" y a cuestionarnos las diferentes opciones ( y escucharlas) son principios con los que intento trabajar en mi aula.
A parte, creo que entre tanta tecnología y mundo digital tendemos a alejarnos más de lo cercano, a olvidarnos de nuestro entorno social como fuente de información, a olvidarnos de la interacción social como medio para disfrutar y conocer la realidad que nos rodea.
La escucha activa, la autoaceptación como un ser único y diferente, el respeto a las opiniones de los demás, la valoración de las diferencias como medio de enriquecimiento personal y el disfrute y atención a las diferentes artes como medio de expresión nos ayudan a permanecer cerca de nuestro entorno más cercano dentro de un mundo en el que, a veces, conocemos mejor lo que ocurre a miles de kilómetros que lo que sucede en nuestra propia casa.
En equilibrar el conocimiento de nuestro universo en el sentido más amplio de la palabra y nuestro universo más íntimo y cercano está la clave para adaptarnos a un mundo en constante evolución.
Juan Guinea Díaz
Colegio Sta Joaquina de Vedruna

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