martes, 23 de noviembre de 2010

Comentario texto y conversación alumnos

Carmen Mª González Salas

COMENTARIO PÁGINA 3

En el anexo 1 del currículum de educación primaria sobre competencias básicas se expone que la finalidad de la educación es “conseguir que los chicos y chicas adquieran las herramientas necesarias para comprender el mundo...”

Para conseguir esto y todo lo que ello conlleva (intervenir en la sociedad de forma activa y crítica; saber, saber hacer, saber ser, saber estar; ser personas responsables y autónomas; ser personas capaces de adaptarse a nuevas situaciones...) nuestra labor como docentes es básica.

Yo, con mis alumnos/as de infantil de 4 años, trato de conseguirlo o, al menos trabajarlo, todos los días, a través de:

-Asamblea, donde cada uno tiene la oportunidad de expresar sus opiniones sobre los temas que estemos tratando, intentando en todo momento que argumenten aquello que dicen. En esta asamblea debatimos sobre aspectos que a ellos les interesa o que surge de algo que ha ocurrido en la clase, colegio, etc. Únicamente, haciéndolos reflexionar sobre lo que ocurre y sobre lo que ellos mismos piensan, conseguiremos que sean críticos y que participen en lo que ocurre en el aula.

- Poniéndolos en situaciones en las que tenemos un problema o duda y debemos intentar aportar soluciones entre todos (construcción de un tipi, organización y uso del material, arreglo de objetos, comparar tamaños de árboles...).

- Creando un compromiso de clase para llevar a cabo un acuerdo realizado entre todos. Esto supone el que ellos mismos tienen que ser responsables de lo que hacen y saben lo que ocurriría en el caso de no cumplirlo.

- Planteando actividades donde ellos mismos tienen que experimentar y descubrir cómo podemos hacer algo o qué transformación se produce (cómo encontrar un color determinado, mezclando colores hasta llegar a descubrirlo; formando grupos de objetos para ver cómo podemos repartirlos...)

- Realizando juegos donde ellos tienen que utilizar herramientas verbales, lógicas, respeto de normas...

Todo ello supone una tarea compleja que requiere de tiempo y esfuerzo; pero que día a día, aunque nos quedan muchas cosas por aprender y por poner en práctica, vamos viendo los pequeños frutos que nos animan a seguir.

CONVERSACIÓN CLASE DE 4 AÑOS

Es lunes 15 de noviembre y hoy nos toca literatura (cuentos, poesías, trabalenguas...). Nos disponemos a reunirnos todos en asamblea para contar un cuento.

Uno de los alumnos llega a la asamblea y descubre un gusano y crea toda una alarma:

Sergio: ¡seño, seño, un guzano! (cecea)

Lucia R: ¡mátalo!

Sara: ¡no, no lo mates!

Todos los demás se acercan para ver cómo es y tras calmarlos y hacer que todos se sienten en la asamblea, comenzamos a hablar sobre de dónde ha podido venir o cómo ha llagado el gusano hasta nuestra clase.

Seño: ¿Cómo creéis que ha llegado el gusano hasta aquí?

Javi: arrastrándose

Seño: ¿por dónde?

Varios : por el suelo

Seños: ¿pero de dónde puede venir?

Javi: de las bellotas.

En clase estamos trabajando los árboles y estamos investigando sobre 25 árboles diferentes. Para ello, los alumnos/as nos están trayendo ramas, flores, frutos, de cada uno. Por ello, en la clase tenemos dos bandejas para clasificar los distintos tipos de frutos y desde hacía varios días teníamos las bellotas.

Continuamos la conversación.

Seño: ¿y por qué crees Javi que viene de las bellotas?

Javi: porque yo he visto en el parque del Alamillo con mis padres cómo cuando las bellotas están malas le salen gusanos. Y ahí hay una bellota que está rota.

Sergio: ¡no! El gusano quería buscar una cacita porque tenía hambre.

Seño: ¿por qué tiene hambre?

Sergio: ¡zí! tenía hambre. Pero si aquí no hay una cacita, se va.

Seño: ¿Dónde se va?

Sergio: a otro lugar. El otro lugar, una cacita de guzanitos, con sus amigos guzanos y se queda con los guzanos.

Sara: a lo mejor busca una casita de manzanas, de bellotas, de aceituna; que aquí podría estar porque hay aceitunas y podría comerse unas cuantas.

Sergio: ¡No, no puede comerse las aceitunas porque todavía están duras! Si ya se ponen blanditas se las puede comer enteras.

Sara. Pues a lo mejor, al gusano le da igual o no sabe que están duras.

Javi: ¿por qué no abre las bellotas para ver si tienen gusanos?

Entre todos decidimos que es una forma de saber si el gusano viene de la bellota. Y buscamos un cuchillo para partirlas. Las abrimos y comprobamos que las bellotas están malas por dentro; por lo que el gusano ha podido salir de ahí.

Dejamos las bellotas unos días más en la bandeja y una mañana vemos que hay muchos gusanos y que las bellotas tienen más agujeros. Esto hace que confirmemos lo que Javi había planteado.

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