sábado, 20 de noviembre de 2010

Reflexión texto Lidia Tejada Cuesta

La finalidad de la escuela o la meta quizás más ansiada por los docentes, y por la que merece la pena nuestra profesión, es conseguir que nuestros niños y nuestras niñas sean capaces de desenvolverse en la sociedad en la que viven. Porque más importante que dar conocimientos y aprenderlos es saber dónde encontrarlos y tener un bagaje de recursos necesarios para llegar a ellos y a cualquier experiencia que tenga lugar a lo largo de sus vidas.
Por tanto como docentes nuestra principal función debe ser movilizar sus pensamientos día a día, conversar con ellos, dialogar, ofrecerles el mundo que les rodea en el aula a través de situaciones de la vida cotidiana (en la Asamblea, con problemas que le suceden), con temas cotidianos, con textos escritos que forman parte de nuestra realidad (manejando distintos tipos: periódicos, revistas, cartas, cuentos…), con inquietudes propias de su edad (a través del juego), aprender a escuchar a los demás y a interpretar y respetar sus opiniones.
Para poder conseguir personas críticas y reflexivas competentes y capaces; y no sólo bastará con aprender por ejemplo el nombre de un hueso del cuerpo humano, sino saber dónde podría buscarlo (bien en internet, libros de texto, enciclopedias, con ayuda de los papás, maestr@...).
Considero que la mejor forma de conseguir la verdadera finalidad de la escuela es llevando la vida cotidiana al aula, que nuestra aula se convierta en una gran familia donde las relaciones y habilidades comunicativas que tienen lugar en ellas nos sirvan para llegar a ser personas adultas, dando respuesta a sus necesidades intelectuales, de socialización y fisiológicas; y dotándolas de la capacidad de comunicación y socialización que les resultará vital para sus vidas.

1 comentario:

AFM dijo...

Hola Lidia, absolutamente de acuerdo con el resumen que haces del artículo, según tu opinión y experiencia, ¿Crees que pasa habitualmente en las aulas o que es un reflejo generalizado de lo que pensamos y hacemos las maestras?