miércoles, 24 de noviembre de 2010

Sacatum quepén. Quesumun quetún. (Conversación de Aula 4 Años).

Contexto previo:
Durante estos meses, hemos comenzado un proyecto sobre los piratas. Con la excusa de que queremos ser una tripulación pirata (con nuestro propio código ético, nada de matar ni pelearnos, por ejemplo) y queremos hacer un viaje en barco a algún país que no conozcamos para buscar allí un tesoro, hemos ido tratando temas tan dispares como los ríos y su desembocadura en el mar, lo que necesitaríamos para emprender un viaje en barco (anticiparnos a las necesidades), decidir quienes vienen, si es posible parir en un barco (esa es una larga historia...), las normas por las que queremos regirnos en el barco, nuestra propia bandera pirata y el significado de las banderas como seña de identidad, los mapas, la orientaciónespacial, los puntos cardinales, la brújula... Así como otros cuantos que se alejan más del contexto pero que han tenido significado para nosotros dentro de nuestro proyecto.
La conversación que transcribo a continuación viene iniciada por un objetivo que nos hemos marcado esta semana y que no tenía en principio relación directa con el Proyecto en sí: Probar alimentos nuevos. Así, una compañera nos contó el día anterior que había probado el atún (es una alumna que tenía una alimentación muy limitada, y por la que comenzamos a trabajar este objetivo), y que le había gustado mucho. Los compañeros enumeraron comidas a las que le añadían atún en sus casas (a la pasta, las ensaladas, la empanada...) pero a la hora de responder a la pregunta "¿De dónde procede el atún?", ninguno supo responder. No sabían si era de procedencia animal o vegetal, o simplemente "la hacían en las fábricas de comida", como respondían algunos. Al día siguiente, les llevé una lata de atún para probarlo y examinarlo, consciente de que alguno de ellos se fijaría en el dibujo de un pez (un atún, claro) que venía en la lata y sería capaz de deducir su procedencia.
Conversación:
El Profe (E.P): ¿Habéis preguntado alguno en casa que es exactamente el atún?
Antonio G: A mi me ha dicho mi madre que es de pescado, como la carne pero de un pescado.
Irene: Aquí sale un pez, es de pescado.
Antonio L: Es un pescado pero que le han quitado las espinas, porque las espinas pinchan y el atún no lleva.
Queka: Las espinas son los huesos del pescado, profe, como los de las costillas, pero que pinchan (El curso pasado trabajamos mucho el cuerpo humano)
Elia: El atún si tiene espinas pero no el de la lata, el de la lata es solamente un trozo, un poco, pero queno lleva pinchos.
Antonio G.: ¿Sabes profe? Una cosa, y es que las espinas tienen una que se mueve rápido, que es la espina de la cola, donde acaba.
Pilar C.: Profe este atún está muy rico (habíamos abierto la lata y todos los que quisieron probaron un poquito), Podemos llevarlo en el barco, nos llevamos muchas latas para todos.
Profe: ¿Habéis escuchado lo que ha dicho Pilar? ¿Qué os parece? Llevamos latas de atún para el barco? (Todos asienten. Yo lo apunto en la "lista de cosas para llevarnos en el barco"y les pregunto "¿Y cuántas latas nos llevamos?" Ellos responden "¡muchas!" "¡cien!" "¡todas!")
Antonio L.: Pero profe, no podemos llevarnos muchas latas, porque son muchas y somos muchos niños y muchos padres en el barco y las latas pesan también...el barco se puede hundir con tantas cosas encima.
Profe: Es posible. Miguel, ¿tú que piensas? ¿Se hundiría el barco con tantas latas?
Miguel: Sí, no podemos llevarnos muchas, ya llevamos muchas cosas. O podemos ir en un barco más grande.
Alfonso: Yo tengo una idea, y es que si llevamos unas barquitas pequeñas llenas de latas atadas detrás del barco, ya el barco grande pesa menos y... y las barcas llevan las latas y el barco grande a nosotros...
Erika: Y los barquitos los atamos bien, y ahí lo echamos todo.
Javier: Si llega una ballena puede tirar las barquitas pequeñas y comerse el atún, porque al barco no puede, pero si las barcas son pequeñas sí.
Antonio L: Y los cocodrilos, que también pueden comérselo...
David: Pues yo sé profe, podemos coger un mapa y coger un camino en el que no haya cocodrilos ni haya ballenas y así no tiran las barquitas.
Luis: Eso no se puede. ("¿El qué no se puede, Luis?") Que haya un camino sin ballenas.
Rocío: Pues las ballenas no se comen el atún porque no pueden abrir las latas. Pero las tiran al mar...
Curro: ¿Y si hunden el barco grande? Podemos hacer el barco de cemento, y así no lo rompen... la madera la rompen pero el cemento no lo pueden romper.
El profe: ¿Qué pensáis? Podémos hacer el barco de cemento? ¿María?
María: No sé.
Profe: Pero tú que dirías... ¿Se puede hacer el barco de cemento?
(María se encoje de hombros...)
Antonio L: No se puede profe, porque el cemento se hunde, y además se quedaría pegajoso. Los barcos son de madera porque la madera flota y el cemento no.
Profe: ¿Sólo flota la madera? (Responden que sí y decido dejar ese tema para otro día) ¿Bueno entonces que hacemos? Llevamos latas de atún o no las llevamos? ¿Las ponemos en barquitas?
Álvaro: Podemos atar detrás del barco grande otro barco grande, que no lo tiren las ballenas, y en ese metemos las latas y en el otro vamos nosotros.
Profe: Víctor, ¿Qué te parece la idea de Álvaro? (Víctor se encoje, como diciendo que no se ha enterado, y Álvaro repite su idea)
Víctor: Que podemos atar muchos barcos grandes detrás, con muchas latas y otras comidas, y así el barco pesa menos.
(Para que puedan visualizar la idea que acaban de decir, cojo tres cajas similares y las pongo en fila)
Profe: Álvaro ha dicho que detrás del barco atemos otro barco grande, y Víctor dice que podemos atar muchos, así... ¿qué os parece?
Elia: Que eso no se puede profe, porque el barco nuestro tiene que tirar de los otros y si los otros pesan vamos muy lentos porque pesan y no se puede... sería muy lento y así no se puede porque no llegamos.
Antonio G: Pues a mi se me ocurre otra cosa, profe, como vamos por el agua pues podemos coger las cañas de pescar y pescamos los atunes enteros, y no tenemos que llevar las latas porque lo vamos pescando por el camino.
(La conversación siguió, pero aquí dejé de trascribirla...)
Juan Guinea Díaz
Colegio Santa Joaquina de Vedruna

1 comentario:

Maria Marcos dijo...

Una historia apasionante Juan, nos tendrás que contar más adelante cómo van vuestros preparativos para ese viaje en el barco pirata.