lunes, 14 de noviembre de 2011

ANA ZAPATA MUMPAO. TAREA 2.




ASAMBLEA.

Esta tarea se desarrolla en un aula de 1º de Educación Infantil con 27 alumnos/as.
Mi objetivo con estas prácticas es seguir profundizando en el conocimiento de los trabajos por proyectos. Me parece una manera de trabajar muy interesante y motivadora para los alumnos y para la profesora. Es una manera de recorrer el curso de sus manos, acompañándolos y disfrutando de los diferentes caminos que recorreremos y aprovecharemos para ampliar nuestros conocimientos y para conocernos mejor a nosotros, a los demás y al grupo.
Por ser un aula de tres años me está resultando complicado el tema de la asamblea. Hasta hace pocas semanas no veía mucha respuesta por parte de ellos. Nos estaban acostumbrados a estar en un lugar en el que hablar y escuchar, a esperar para intervenir para poder ser escuchados por todos, a opinar sobre lo que otros han dicho, no están acostumbrados a no llevar la razón, a que hay otras opiniones que también cuentan…
Yo intento reconducir las conversaciones a aquellos temas que me parecen de interés, que pueden tener más valor para trabajarse en clase. Preparo un poco el camino, recojo las opiniones, retomo temas, modero para que todas las voces sean escuchadas…
Tarea:
Desde hace un tiempo estoy trabajando con mis alumnos la asamblea. En un principio intenté que fuera un lugar de encuentro, de escucha, que sirviera para que cada uno relatase aquello que le interesaba, había vivido, le gustaba, le llamaba la atención. Un lugar en el que todos encontraran su lugar y con la confianza y seguridad suficiente como para contar sus opiniones, sentimientos, ideas. Poco a poco hemos conseguido ir formando un grupo en el que hay un respeto por lo que cada uno dice o calla, por las equivocaciones y aciertos de todos.
Comenzamos hablando de nuestros gustos por determinadas cosas, de nuestras familias, padres, madres, nuestras casas y sus costumbres…una de esas conversaciones fue sobre las castañas y los gusanos que a veces encontramos en ella. Hablamos del castaño, de la castaña y del gusano, de cómo anda, de la forma de su cuerpo, de lo que se alimentan, de cómo se hacen un capullo y salen convertidos en mariposas. Cada uno expresó en que le gustaría salir convertido si lo hiciera igual que el gusano. Mientras, ocurrían otras cosas paralelas a nuestro alrededor como el día de Halloween. Uno de los niños comentó al ver un esqueleto:
- Seño yo tengo un esqueleto como ese, pero los gusanos no tienen esqueleto.
Me pareció que podía ser un buen tema para empezar a tirar del hilo y empezar a tejer nuestra propia red.

Vimos imágenes, nos tocamos, adivinamos el lugar en el que se situaban aquellos huesos que veíamos, nos relajamos sintiendo cada parte de nuestro cuerpo, vimos que los huesos tenían diferentes tamaños, formas, unos se movían y otros no…

A partir de todo este trabajo un día surgió esta conversación:
GONZALO.- Por aquí se ve el esqueleto (abre la boca).
¿Tú crees que vemos el esqueleto cuando abrimos la boca?
GONZALO.- Sí mira.
Propongo que abramos la boca y miremos en la del compañero y comprobar si podemos ver el esqueleto de nuestro compañero. Todos dicen que no lo ven.

Entonces ¿qué vemos?
GONZALO.- Veo un hueco en la boca. Sirve para hablar.
GONZALO.- La oreja es para escuchar. Yo a veces no escucho porque estoy jugando.
¿Todo el mundo puede hablar y puede escuchar?
GONZALO.- Los niños que no hablan hacen así (levanta los brazos y agita las manos)
¿Hablan con las manos?
GONZALO.- Dicen “bien” con las manos (vuelve a levantar las manos).
En este momento paramos la conversación y vemos algunos vídeos de personas sordomudas.
Vemos como es el movimiento de sus manos, cómo son capaces de comunicarse e imitamos algunos de esos movimientos.

Después retomamos la conversación.

¿Y los bebés hablan o hablan con las manos?
LEO.- No los bebés no hablan porque no tienen dientes.
BLANCA.- Pero mi primo tiene dientes y no habla. Si tiene uno no puede hablar pero si tiene muchos sí puede hablar.
GONZALO.- Con cuatro dientes no se puede hablar, se puede hablar con todos estos (señala todos sus dientes).
BLANCA.- A mi hermano se le han caído 13 dientes.
¿Los dientes se caen?
GONZALO.- Cuando no te los lavas, se ponen negros y feo y se caen.
BLANCA.- Se caen dientes y salen nuevos.
GONZALO.- No viene el Ratón Pérez y se lleva los dientes si no están negros.
¿Y, además de los dientes, necesitamos algo más para hablar?
BLANCA.- No, sólo la boca y los dientes.
GONZALO.- Y también la lengua. Si se te cae la lengua hay que hacer así (levanta los brazos y agita las manos).
Necesitamos entonces la boca, los dientes y la lengua para hablar.
BLANCA.- Y la campanilla que hay aquí.
¿Qué es la campanilla?
GONZALO.- Yo no veo la campanilla, no está.
BLANCA.- La que está dentro de la boca.
Propongo que abramos la boca y miremos en la de nuestros compañeros a ver si vemos la campanilla.
BLANCA.- Está detrás colgada de la boca sirve para hablar y para moverse.
LEO.- Con el oído escuchamos.
GONZALO.-Con la nariz respiramos y olemos las flores. No la podemos doblar.
CARLOS L.- Podemos sacarnos los mocos.
GONZALO.- Con un pañuelo.
CARLOS M.- Pero a mí me ha salido sangre por la nariz.
GONZALO.- ¿Sabes qué? Si lo sacas con el dedo sale sangre.
JUANJO.- También tenemos los ojos.
BLANCA.- Con ellos dormimos.
CARLOS M.- Los abrimos y los cerramos.
GONZALO.- Soñamos.
¿Qué te gusta soñar?
GONZALO.- Angelitos.
GONZALO.- También tenemos los pelos.
ARACELI.- Los peinamos.
GONZALO.- Nos echamos colonia.
CARLOS M.- Nos echamos agua y, lo lavamos.
GONZALO.- Y hacemos el pelo Pantene así (mueve la cabeza).
CARLOS M.- Se hace así.
GONZALO.- Sí, pero tú lo tienes corto.
CARLOS M.- Sí lo he cortado y ya está.
¿Conocéis a alguien que no pueda hablar?
GONZALO.- A mi hermano. No puede hablar porque está malito.
¿Qué le ocurre, está resfriado?
GONZALO.- No, es que es especial.
¿Por qué es especial tu hermano?
GONZALO.- Porque sí, después se pone bueno y le enseñan a hablar. Yo también le enseño a hablar, le digo ¿Fernando tú quieres música? Y él dice sí así (hace el gesto de acercarse la mano a la boca). Lo dice flojito.
¿Todos hablamos igual?
GONZALO.- Hay gente que no le sale la voz.
GONZALO.- Yo hablo de mi voz.
¿Pero tú entiendes a todo el mundo que habla?
GONZALO.- Sí.

Después de esta respuesta invité a dos alumnos del centro (Marcos, de 9 años y Ana, de 11 años) a que viniesen a la clase a hablar con nosotros. Los dos tuvieron una conversación en alemán contando lo que más le gusta hacer a cada uno y porqué. Una vez que terminaron (los niños habían escuchado totalmente atentos y callados) comentaron que ellos no habían entendido nada, que Marcos y Ana hablaban de otra manera. Después invitamos a la clase a Antonio su profe de inglés, este les habló en inglés y dijeron que habían entendido una palabra “teacher”. Después le dije a Ana que hablara con el profe Antonio y todos notaron que Antonio no entendía nada de lo que Ana le decía.
Finalmente todos llegaron a la conclusión que nosotros hablamos español, Antonio habla español e inglés y Marcos y Ana hablan de otra manera.
Hemos invitado a Fátima la profesora de apoyo y logopeda del centro para que nos hable con el lenguaje de gestos de los sordomudos y nos enseñó a saludar, despedirnos, a decir buenos días y buenas noches.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Para empezar, resaltaría la actitud positiva de Ana, de recepción, atención y moderación de debate con los niños/as, pese a que comenta que al principio le cuesta porque son niños/ as de 1º de Infantil y, no están acostumbrados a esa dinámica, no se rinde y sigue adelante, intentando recoger todas las voces y encauzando los diálogos hacia preguntas centrales que hará que empiecen por algún proyecto en concreto de los muchos que se plantean en esas conversaciones de la mañana.
Me parece muy interesante como Ana, tal y como se comenta en el currículum de infantil, va de lo conocido y cercano a lo menos conocido y lejano, les empieza planteando la familia y terminan hablando del gusano de seda, de su esqueleto en comparación al nuestro y esto deriva en el diálogo sobre los sentidos (que es un contenido de infantil también). Resalto esto del currículum y del contenido de infantil, por aquel diálogo que tuvimos en la última sesión de curso, donde veíamos que era difícil meter los proyectos dentro de la programación de infantil, si teníamos que cumplir el currículum de una manera estricta e inflexible, que no creo que nadie lo hagamos, aunque después sea difícil recoger todas las voces, sin que se te escape nada, tanto los diálogos de ellos/ as, como los objetivos y contenidos que decreta nuestra legislación de Etapa. En esta práctica vemos que todo esto es posible y,
como decía Fernando Hernández en el artículo “De las competencias a los proyectos de trabajo”, los proyectos son una concepción global, que rompe con un currículo cerrado. Es una concepción que se basa en escuchar al sujeto, en el fomento del deseo de aprender y en el trabajo colaborativo entre los distintos agentes educativos.
Por último, resaltaré cómo la profesora, al derivar el diálogo anterior en los diferentes tipos de comunicación, invita a diferentes “profesionales” en la materia, pudiendo los alumnos/as comprobar si sus hipótesis van bien encaminadas o no.

FÁTIMA AZMANI