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Yo me situo como novata, porque aunque llevo muchos años trabajando por proyectos, este planteamiento hace que pongamos bocabajo nuestra forma de trabajarlos.

Pone en cuestión el planteamiento inicial, el punto de partida y todo el desarrollo del proyecto, porque tanto su inicio, como su desarrollo ,como su fin va a ir dependiendo de las reflexiones, cuestionamiento que los niños y niñas tengan en clase. Eso me hace tener miedo a no saber arbitrar esas conversaciones, a no saber llevarlas a buen puerto, a no saber sacarles el jugo que tienen, no saber ofrecerles buen material de documentación, a no ser creativa en las propuestas de trabajo en el aula.

Este verano, como dos de mis compañeras empezaron el curso el año pasado, nos llevamos deberes; Muchas lecturas de artículos entregados en el curso y varios libros que pedimos a la fundación Rosa Sensat. Cuando terminé de leer la sensación primera era de entusiasmo, por lo interesante de sus prácticas, después de inseguridad, porque te queda la sensación de que tienes que saber de biología, de medicina, de física, de matemáticas para que estos proyectos sean de verdad interesantes y vayan respondiendo a todas las cuestiones de los alumnos y alumnas. Además de miles de preguntas: ¿cómo podemos estar tanto tiempo en asamblea y que no se nos pierdan el alumnado que se distrae, que no escucha, alumnado con discapacidades?, ¿Cómo conjugo lo que me exige el curriculum y la concreción que voy haciendo de las conversaciones y reflexiones de los niños y niñas en el desarrollo de los proyectos?, ¿cómo colaboran las familias de mi alumnado que tiene tantísimas carencias culturales, y de conciencia de la importancia de la educación de sus hijos?, ¿cómo convencemos a nuestros compañeros/as de primaria que con esta metodología también se aprende y van preparados para la siguiente etapa?,.........

También me surje la duda de cómo lo verá el inspector de nuestra zona, que no se si comparte estas prácticas, sobretodo cuando no podemos cerrar estos proyectos en las programaciones.

Tengo un pequeño cacao en mi cabeza, porque hasta que a esto no se le pilla la dinámica, pasa como cuando empezamos a trabajar desde el constructivismo con Miryam, parece que vas dando tumbos y los niños y niñas son nuestros conejillos de indias. Y esto crea mucha inseguridad al principio.

Bueno aun así creo que esto es enriquecer nuestra práctica diaria en el aula y es un reto para mi como docente, porque es muy interesante una práctica donde los alumnos/as son los verdaderos iniciadores de por dónde quieren caminar y tú la mano que los guía, los empuja, los anima, los ojos que le hacen ver o buscar, indagar. Y una oportunidad de como profesionalmente formarnos en muchos aspectos de la vida que nos rodea, en todos los ámbitos que conocemos y los que no.. y como junto a nuestros alumnos y alumnas aprendemos.

Y espero aprender mucho este año con lo que nos cuenten y con las experiencias de otras compañeras.

Mª José Bravo Morán